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¿Realmente el yoga es para mí?

Si bien el yoga, es más conocido por su lado más práctico y físico como los son las posturas que solemos ver al asomarnos a un shala de yoga, y por lo general este es recomendado para seguir movilizando el cuerpo sin tener que hacer una sobrecarga muscular, así como encontrar la relajación, evitando el estrés y rejuveneciendo la piel, etc., etc., etc., cuando en realidad no conocen que el yoga además de ser no solo una práctica, sino toda una filosofía milenaria, con diversos estilos, y en donde las asanas son la mínima parte de todo un estilo que podríamos adaptar a nuestro día a día.

Yoga comienza con la intención de unificar al alma con el cuerpo y una vez logrado, poder vincularse con el universo.


Déjame contarte un poco de dónde viene:

Yoga tiene su origen etimológico en el sánscrito, como YUJ “Unión”, llegando desde la india hace más de 3000 años a partir de los textos védicos. Se encontró que era una manera de centrarse aquí en el presente, sin tener que pensar en el futuro o en acciones pasadas, únicamente estando atento a lo que sucede en el cuerpo y comenzar a tener un momento de concentración e introspección con uno mismo. Por lo que, al ver la naturaleza y contemplar su quietud, trataban de imitarla para permanecer durante largos periodos de tiempo y poder entrar a esa plenitud sin ningún tipo de esfuerzo.


Por lo que YOGA, la unión, no va meramente de algo físico, sino que busca unir el cuerpo y la conciencia con el espíritu. Entonces, ¿por qué únicamente hacer yoga como una mera actividad física?

En realidad las asanas (es decir, las posturas que solemos ver) es por lo que identificamos y nos acercarnos al yoga, sin embargo, al comprender que no es específicamente un ejercicio físico (aunque claro, trae diversos beneficios corporales) podemos decir que yoga realmente es para quienes quieren interiorizar y conocer verdaderamente tu esencia.





El yoga va más allá de tu tapete.

En occidente, lo que he escuchado que hacen los profesores, es compartirte un poco de filosofía durante una clase de asanas y cuestionarte el motivo por el cuál hacer yoga, cuál es tu razón. Por lo que a través de mi experiencia, quiero compartirte una serie de reflexiones que puedes analizar para antes de ir a una clase y comprender cómo aplicarlo a tu día a día.


1. Yoga no es para bajar de peso: si bien trae beneficios físicos, como adquirir fuerza, mejorar la postura y en ocasiones suelen marcarse algunos músculos, lo más importante es adquirir un mayor conocimiento de tu cuerpo. Por lo tanto, al ser movimientos nuevos, tu cerebro lo identifica como una nueva rutina, esto crea nuevas conexiones cerebrales, lo que mantendrá tu cerebro activo.


2. Adquieres un mayor rango de movimiento: de movimientos que es posible no conocieras antes, manteniendo la movilidad de articulaciones, expandiendo su rango de posibilidades, logrando que se mantengan con mayor movilidad durante más años.


3. Para hacer yoga únicamente debes querer iniciar: la fuerza y la flexibilidad no son indispensables, son consecuencias que vendrán poco a poco, por lo que debes recordarte que es un proceso que requiere constancia. Aprende a ser compasivo y verás como, una vez logrando algún rango de movimiento nuevo, aumenta nuestra motivación y por ende, el autoestima.


4. Escuchas a tu cuerpo: ¿cómo se siente, qué le pasa hoy? Es normal que en ocasiones no nos salga alguna postura, aunque ya hayamos avanzado, y está bien. Es tu propio camino, no necesitas compararte, ni siquiera contigo mismo.


5. Es difícil meditar: ya que nos adentramos a nuestros pensamientos, memorias, creencias, etc. Si sientes ganas de llorar, está bien, la clase de yoga es para desintoxicar y soltar. Conocernos a nosotros mismos es para valientes.


Yoga es para todos, cualquier edad y cualquier persona, sin importar su complexión, estatura o gustos. Lo único importante es querer iniciar en este maravilloso mundo.

Aunque parezca un largo y complicado trayecto, está lleno de maravillosos resultados, físicos, mentales y espirituales. Es un espacio para entender e identificar nuestros dolores y aprender a sanarlos.

En Matsya llevamos mucho tiempo acompañando a nuestros alumnos por esta filosofía y amamos cada vez que los vemos en una clase más, por eso te queremos decir que estamos para ti, para acompañarte en este camino lleno de historia, filosofía, autoaprendizaje y sí, algunas posturas. Porque sí, el yoga sí es para ti.


~ Valeria Itzel Flores


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